sábado, 30 de outubro de 2010

LA LECCIÓN DE LA MARIPOSA



Paulo Coelho/G1

Un hombre estaba mirando, durante horas, una mariposa que luchan por salir del capullo. Se las arregló para hacer un agujero pequeño, pero su cuerpo era demasiado grande para pasar por allí. Después de mucho tiempo, parecía haber perdido fuerza, y se congeló.

Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa, con una tijera y abrió el capullo, y liberar de inmediato. Pero su cuerpo estaba marchito y pequeñas, habían alas arrugadas.

El hombre continuó su reloj, esperando que en cualquier momento, sus alas se agrandan y levantar vuelo. No pasó nada, de hecho, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo marchito y arrugado alas, incapaces de volar.

El hombre - en su bondad y buena voluntad para ayudar - no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura se forma d
e la naturaleza para ejercitar y fortalecer sus alas.

A veces, un esfuerzo adicional es precisamente lo que nos prepare para el siguiente obstáculo a superar. ¿Quién se niega a hacer ese esfuerzo, o que tiene una mano mal, termina sin poder ganar la próxima batalla, y nunca llega a volar a su destino.

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